La gran confesión
Dios ha puesto delante de nosotros la vida y la muerte, y nos ha dado el libre albedrío para elegir. El nos dice:
El nunca nos forzará, pero nos pide con amor de padre que elijamos la vida.
Su palabra asegura que todo el que confiesa que Jesucristo es el Señor y Salvador y cree que Dios lo resucitó de entre los muertos, tendrá vida eterna.
Tuya es la elección, si así lo decides y lo crees en tu corazón haz esta gran confesión:
Padre hoy vengo a ti, te doy gracias por tu infinito amor. Te pido el perdón de mis pecados. Confieso con mi boca que Jesucristo es el Señor y creo en mi corazón que tú lo levantaste de entre los muertos.
Me has hecho ahora una criatura nueva, las cosas viejas pasaron y todas son hechas nuevas.
Amén
Al hacer esta oración de fé, el Espíritu Santo ha venido a morar en ti. Eres una nueva criatura en Cristo Jesús. ¡Eres un hijo de Dios! Las cosas viejas pasaron y ahora todas son nuevas.
Tendrás la abundancia de la vida en el espíritu, amor, alegría, gracia, paz y gozo. ¡Bienvenido a la familia!